4 de enero de 2012

Mientras dormías...

Estás dormido muy cerca de mi, siento tu respiración,
tu aliento me tranquiliza, te miro, me gusta verte tranquilo. 
Recorro con mis ojos tu rostro y pienso en momentos, palabras, recuerdos...
imagino tus manos siempre calientes fundirse en mi piel.
Lo mejor de la vida me lo has dado tú, 
también las heridas que comienzan a cicatrizar en mi corazón.
Anhelos de libertad dices que tienes
y yo deseos de amarrarte más a mi. 
Deseas quemar tu pasado
y yo sueño con que apagues esas llamas.
Empiezo a entender tus palabras, tus letras, 
comienzo a ver tu libertad en ellas.
Noto como inicio mi viaje dejando atrás la desconfianza y el desconcierto
y voy sintiéndote más cerca aunque a veces me duela tu silencio.
No soporto imaginar mi vida sin tu presencia,
no quiero pensar, te miro, sigues dormido,
poso mis ojos en los tuyos y caigo de nuevo en el sueño más dulce.