Se vislumbra una luz cada vez más clara,
voy desprendiendome de mi amarga máscara,
mis ojos empiezan a brillar y a estar vivos.
Tengo miedo de despertar
y que todo cambie de nuevo,
que la oscuridad vuelva a inundar mi vida.
No se lo que me depara cada día
pero veo la luz más cerca,
una luz clara que me tiende la mano
y me invita a pasar al otro lado
donde me encuentro bien,
donde no estan los montruos que me hacen daño,
solo estamos nosotros con todos aquellos
que han demostrado sentir nuestro dolor
prestándonos sus oidos, su aliento, su tiempo
y ahora nos acompañan en nuestra nueva vida.
